jueves, 16 de abril de 2009

"Más vale que exista un Dios"


Desde la Era de Cristo que se escucha hablar del conflicto que hay entre Israel y los árabes. Son muchas décadas de lucha que parecieran serán interminables. Son bastantes las muertes que este problema ha desatado. Sin embargo, pocas son las alternativas que se pueden obtener de todo esto, porque hay discrepancias entre posesiones territoriales y por si fuera poco, hay distintas creencias y prácticas religiosas que impiden aceptarse unos con otros. He ahí los motivos del conflicto.

En la actualidad hay tres religiones monoteístas: el cristianismo, el islamismo y el judaísmo. Estos dos últimos entran en juego para el debate del conflicto del Medio Oriente[1]. Los islámicos creen ciegamente en el Corán, su Biblia, y aseguran que “no hay Dios más que Alá”. Creen también, en Mahoma, el mensajero de su Dios. Ahora bien, todos los que siguen a Alá son llamados Musulmanes. El Islam, es la religión que abarca más población en el mundo. Si hablamos de cantidad, encontraremos entre mil y mil ochocientos musulmanes. Cantidad que no es menor, dado que sobre pasa a los católicos y a los judíos.

En tanto, el judaísmo, a parte de ser una religión es considerada como una cultura y una tradición que se sostiene sobre la base del Torá o Pentateuco, libro de enseñanzas bíblicas. Este grupo etáreo, cree que Dios eligió a su pueblo (judío) para profesar los diez mandamientos y por esta razón, se les nombró “hijos de Israel”.[2]

LA GÉNESIS DEL CONFLICTO

En el año 1.300 antes de Cristo, los israelitas regresaron a Israel, tras la esclavitud de los egipcios, y permanecieron en este territorio cerca de 2.000 años llamándose “Reino de Israel” hasta que el Emperador romano Divus Adrianus decide “expulsarlos” de Jerusalén. Este emperador, más conocido como Adriano, se jactó de los judíos y construyó un templo pagano y para fin último, llamó a la tierra de Israel “Palestina” para burlarse nuevamente de ellos, dado que este nombre era el de los enemigos bíblicos de los judíos. De aquel entonces, nunca más cambió de nombre.

1099, año en que comienzan Las Cruzadas. Este periodo fue muy notable para el pueblo judío, para los cristianos, musulmanes y orientales, dado que se recuerdan las masacres por parte de la iglesia católica-romana, donde murieron miles de personas. Ya en 1517, Era Otomana, los judíos empezaron a hacer negocios. Compraron tierras e hicieron explotación agrícola. El ambiente no era tan tenso, hasta que se aproximó la Primera Guerra Mundial, en el que Turquía se alió con los alemanes y lograron exterminar al Estado Judío.

Terminada la Segunda Guerra ocurre algo que podría ser una alternativa de escape para los judíos. Gran Bretaña obtuvo, gracias a la Sociedad de Naciones, el mandato de Palestina cuya intención fue crear un “hogar nacional para el pueblo judío”. Esto ocurre, porque los árabes plantearon la necesidad de definir de una vez la identidad de los judíos en el mundo moderno y además, se pretendió establecer a los judíos en su tierra ancestral, Israel. El movimiento que impulsó esto fueron los Sionistas (Movimiento Sionismo), quienes reflexionaron sobre las consecuencias que dejaron los años de dolor (Holocausto y persecuciones) hacia el pueblo judío por parte de los egipcios, asirios, babilónicos, Imperio Romano, los Zares, la Iglesia Católica, los Nazis, entre otros.


En tiempos de marea calma, se aproximó un maremoto, nuevamente. 1948, año en que se proclamó ante la Organización de las Naciones Unidas, la división de tierras. Los árabes quedaron con un 77% y los judíos con un 23%. Los primeros no lo aceptaron y los segundos, sí.

TRIUNFO DE BATALLAS POR DEFENSA

EL PRIMER TRIUNFO:

No alcanzaron a pasar 24 horas, cuando los ejércitos de Egipto, Jordania, Líbano, Siria e Irak invadieron a los judíos.

Israel ganó la guerra, quienes siendo siempre minoría, comenzaron a apoderarse lentamente de territorios, gracias a las batallas ganadas. En esta instancia, su espacio físico se extendió de 8 mil kilómetros cuadrados a 21mil kilómetros cuadrados.


GUERRA DEL SINAÍ:

Arabia Saudí, Egipto, Jordania, Irak y Siria decidieron acabar con Israel en 4 días. El día 8vo, las Fuerzas de Defensas de Israel se tomaron Franja de Gaza y toda la Península del Sinaí. Por segunda vez, Israel obtiene la victoria.

GUERRA DE LOS SEIS DÍAS:

Egipto solicitó a la ONU que se retirara de la zona en conflicto y de esta forma, este país estableció una alianza estratégica militar con Jordania. Pese a esto, Israel logró obtener el control de Judea, Samaria y Gaza. A estas alturas, Israel tenía un total de 67 mil kilómetros cuadrados de territorio.


GUERRA DEL YOM KIPUR:

Egipto y Siria atacaron cobardemente a Israel. Este ataque coordinado fue sorpresivo. 6 días después Israel tuvo 88 mil kilómetros de territorio a su favor y una cuarta guerra ganada y consecutiva.

Las sucesivas victorias de Israel confirmaron, posteriormente, su independencia, contando el Estado Judío con mayor cantidad de territorio. Desde aquel entonces, Israel ha permanecido, constantemente en conflicto con muchos países del Medio Oriente lo que se han traducido en décadas de dolor por la violencia que continúan hasta el día de hoy.

No hay que pasar por alto, que esto se debe a una mezcla de intereses religiosos y territoriales. A lo mejor, será bueno preguntarnos, si realmente existe Dios. Ojala que así sea, porque de lo contrario, tantas luchas por cumplir a las creencias religiosas de cada bando (que han traído consigo millones de muertes) habrán sido en vano.


[1] Sin excluir las masacres ocurridas en periodo de Las Cruzadas, en que la Iglesia Católica aniquiló a miles de judíos.

[2] No olvidar que en tiempos de “Jesús”, el pueblo judío estaba bajo el mandato de Roma.

*Nota: Fotografía obtenida desde http://www.bbc.co.uk/spanish/especiales/moriente_mapas/images/index.gif